martes, 7 de septiembre de 2010

DECLARACIÓN DE POSICIONAMIENTO DE LA PEDAGOGÍA

Y LA EDUCACIÓN SECUNDARIA


SIN PERDER EL NORTE EN EDUCACIÓN

Autor PRO-COGECOPYP



Actualmente asistimos a un cierto desconcierto en el mundo de la educación. Seguramente no se trata de hacer nuevas leyes, ni cambios improvisados ni de acusarnos los unos a los otros para determinar de quién es la culpa, más bien se trata de empezar a construir a partir del conocimiento y en concreto del conocimiento científico-pedagógico, como dice Imbernón entendemos este conocimiento como el utilizado por los profesionales de la enseñanza, que se va construyendo y reconstruyendo constantemente durante la vida experiencial profesional del profesorado en su relación con la teoría y la práctica frente al conocimiento vulgar que existe en la estructura social.



Estamos inmersos en una sociedad en constante cambio. Un cambio que también se exige en el mundo escolar, aunque éste no esté acostumbrado a hacer grandes cambios. De hecho podemos observar que la escuela es de las organizaciones que más le cuesta introducir cambios, quizás porque su estructura es más débil en comparación con otras organizaciones. Observamos cómo la sociedad avanza y destroza todo aquello que hace referencia a la disciplina y el esfuerzo, no hay más que ver un par de horas de televisión para ver cómo muchos agentes externos van en contra de lo que pretende la educación. Sin embargo, la escuela o el ámbito escolar debe convertirse en una organización o institución que aprende de sí misma por diferentes motivos, en primer lugar porque sabe lo que quiere, porque tiene una misión y visión que le define claramente sus objetivos y porque aprende y construye a partir de sus propios errores.



Es cierto que existe un gran descontento en el ámbito docente a partir de las diferentes improvisaciones desde las diferentes comunidades autónomas o gobiernos, y es que la educación debe estar en manos de "expertos" maestros o pedagogos, pero nunca en manos de grupos sindicales de presión, alejados durante años de las aulas, y que ven la interdisciplinariedad como un prejuicio y no como una voluntad de mejorar. Uno de los problemas más acuciantes es la cantidad de contenidos y la irracionalidad metodológica que no se adapta a los nuevos tiempos. No se trata de saber más sino de saber mejor, de contextualizar el aprendizaje ante lo cual la Pedagogía y los pedagogos tienen mucho que decir porque en ningún caso su lenguaje es un lenguaje fatuo o vacío de contenido. Definir la Pedagogía como un lenguaje de hecho es un acierto, puesto que ciencia ya lo es y ninguna opinión socavará las estructuras de la ciencia que contemplan las bondades y características de la pedagogía. Ser un lenguaje no es ninguna crítica, el problema estriba en convertirse en un "parlanchín".



Desde la Pedagogía y a través de la formación inicial y la formación continua es necesaria una puesta a punto del profesional de la educación dotando a este profesional de las competencias necesarias para la educación actual y de futuro. No se necesitan profesionales con un perfil técnico únicamente, o desbordados por las exigencias educativas de la sociedad, o en algunos casos de los adolescentes. No se necesitan profesionales "policías" más preocupados por mantener el orden en las clases que en disfrutar enseñando y aprendiendo.



Se necesitan profesionales competentes y estas competencias pasan principalmente por la reflexión sobre la propia praxis, la contextualización y la toma de decisiones, lo que revertirá en buenas programaciones, buenas metodologías y buenos resultados académicos.





© Pro Consejo General de Colegios Oficiales de Pedagogos y Psicopedagogos

Julio de 2010

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